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KTM: De las motos a los coches de altas prestaciones

KTM, originalmente conocida como Kronreif & Trunkenpolz Mattighofen, se fundó en 1934 en Mattighofen (Austria). Aunque la empresa es famosa principalmente por sus motocicletas, también ha tenido un impacto significativo en el mundo del automóvil con sus coches de altas prestaciones.

El viaje de KTM hacia la fabricación de automóviles comenzó en 2007, cuando presentó el X-Bow, su primer vehículo de cuatro ruedas. Este deportivo ligero y de altas prestaciones supuso la audaz entrada de KTM en el mercado automovilístico, aprovechando su experiencia en deportes de motor e ingeniería.

El X-Bow fue revolucionario en su diseño, con un chasis monocasco de fibra de carbono, una primicia para un coche de producción en este rango de precios. Encarnaba la filosofía "Ready to Race" de KTM, aportando prestaciones de circuito a vehículos homologados para circular por carretera.

En 2018, KTM amplió su división de automoción con la adquisición de una participación del 50,1% en KISKA Design, la firma responsable del diseño de muchos de los productos de KTM. Este movimiento consolidó aún más el compromiso de KTM con el diseño de vanguardia tanto en sus motocicletas como en sus automóviles.

Uno de los hitos más significativos en la historia de la fabricación de automóviles de KTM se produjo en 2020 con la introducción del X-Bow GTX. Este coche exclusivo para circuitos superó los límites de lo que era posible en las carreras GT, con un monocasco de carbono y un potente motor Audi de cinco cilindros.

El enfoque de KTM en la fabricación de automóviles es único en el mundo de la automoción. En lugar de producir una amplia gama de modelos para diferentes segmentos de mercado, se centran en crear vehículos de ultra altas prestaciones que desdibujan la línea entre los coches de carretera y los de competición. Esta especialización les ha permitido hacerse un hueco en el competitivo mercado del automóvil.

El pedigrí de competición de la compañía es evidente en cada coche que produce. KTM ha logrado numerosos éxitos en diversas series de carreras, incluyendo victorias de clase en las 24 Horas de Le Mans y múltiples campeonatos en carreras GT4 con el X-Bow GT4.

En la actualidad, KTM sigue superando los límites de la ingeniería automovilística. Sus coches son conocidos por su construcción ligera, eficiencia aerodinámica y rendimiento bruto. Aunque puede que no sean tan conocidos como algunos fabricantes de automóviles convencionales, KTM se ha labrado una posición respetada entre los entusiastas y los aficionados a los circuitos.

Con la vista puesta en el futuro, KTM está explorando formas de incorporar cadenas cinemáticas eléctricas a sus vehículos, reflejando sus esfuerzos en el sector de las motocicletas. Este compromiso con la innovación garantiza que KTM seguirá estando a la vanguardia de la fabricación de vehículos de altas prestaciones en los próximos años.

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El coste de los coches KTM varía significativamente en función del modelo y las especificaciones, ya que se trata de vehículos de altas prestaciones altamente especializados. Los precios de los coches KTM suelen rondar los 80.000 € y pueden superar los 300.000 € en sus modelos más avanzados.

La KTM X-Bow R básica, por ejemplo, tiene un precio aproximado de 100.000 euros. Este precio puede aumentar sustancialmente con extras opcionales y mejoras de rendimiento. El X-Bow GT4, más enfocado a los circuitos, empieza en unos 180.000 €, lo que refleja su avanzada tecnología de competición.

En el extremo superior del espectro, el KTM X-Bow GTX, diseñado para carreras GT2, puede costar más de 300.000 euros. Este precio se justifica por su vanguardista construcción en fibra de carbono, su avanzada aerodinámica y su tren motriz de alto rendimiento.

Hay que tener en cuenta que los precios pueden variar en función del país de compra debido a los diferentes sistemas fiscales y derechos de importación. Además, al tratarse de vehículos de bajo volumen de producción, los precios pueden variar en función de la demanda y los costes de producción.

La entrada más asequible en la gama automovilística de KTM es el KTM X-Bow R, con precios a partir de unos 80.000 euros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el precio final puede variar significativamente en función de varios factores:

  • Puesta a punto del motor: Las mejoras del motor turboalimentado pueden añadir entre 5.000 y 10.000 euros al precio base.
  • Transmisión: Optar por una transmisión de competición más avanzada puede aumentar el coste entre 8.000 y 12.000 euros.
  • Reglaje de la suspensión: Las mejoras de la suspensión orientadas a las prestaciones pueden suponer entre 3.000 y 6.000 euros.
  • Componentes de fibra de carbono: Las piezas adicionales de la carrocería de fibra de carbono para reducir el peso y mejorar la estética pueden costar entre 5.000 y 15.000 euros.
  • Opciones para el interior: Los asientos de carreras, los arneses y otras mejoras del interior pueden suponer entre 2.000 y 5.000 euros.
  • Paquete electrónico: Los sistemas avanzados de registro de datos y control del rendimiento pueden aumentar el precio entre 3.000 y 7.000 euros.

Incluso como modelo "básico", el X-Bow R es un vehículo de altas prestaciones, y su precio refleja su naturaleza especializada y los bajos volúmenes de producción.

El modelo más caro de la gama automovilística de KTM es el X-Bow GTX, diseñado para carreras GT2. Su precio puede superar los 300.000 euros, dependiendo de las personalizaciones específicas y los preparativos para las carreras. El coste puede aumentar aún más en función de varios factores:

  • Paquete de prestaciones del motor: La puesta a punto del motor de alto rendimiento puede suponer un suplemento de entre 20.000 y 30.000 euros.
  • Paquete aerodinámico avanzado: Los alerones y difusores personalizados para conseguir la máxima carga aerodinámica pueden aumentar el precio entre 15.000 y 25.000 euros.
  • Frenos carbono-cerámicos: Este sistema de frenado de alto rendimiento puede suponer entre 10.000 y 15.000 euros más.
  • Pintura personalizada: La pintura y los gráficos personalizados pueden costar entre 5.000 y 10.000 euros más.
  • Sistema de adquisición de datos: La telemetría avanzada y el registro de datos pueden aumentar el precio entre 8.000 y 12.000 euros.
  • Suspensión ajustable: Un sistema de suspensión de competición altamente ajustable puede suponer entre 10.000 y 15.000 euros.
  • Equipamiento de seguridad: La jaula antivuelco homologada por la FIA, el sistema antiincendios y otros elementos de seguridad pueden añadir entre 15.000 y 20.000 euros.

Es importante señalar que, al tratarse de un vehículo de carreras especializado, el precio final del X-Bow GTX puede variar enormemente en función de los requisitos específicos del equipo de carreras o del comprador individual.