Ford S-Max: Análisis a fondo del precio del espacioso monovolumen familiar de Ford

El coste de un Ford S-Max puede variar significativamente en función de varios factores, como el nivel de acabado, la opción de motor y si es nuevo o usado. De media, los precios de los modelos Ford S-Max nuevos en Europa empiezan en torno a los 35.000 € para el acabado base y pueden llegar hasta los 55.000 € o más para las versiones Vignale de máxima especificación.

Por ejemplo, un nuevo Ford S-Max en el popular acabado Titanium con un motor diésel EcoBlue de 2,0 litros podría tener un precio de unos 40.000 euros. La variante más deportiva ST-Line podría empezar en unos 43.000 euros, mientras que la lujosa Vignale podría empezar en 48.000 euros. Los modelos equipados con la eficiente cadena cinemática híbrida suelen tener un precio ligeramente superior al de sus homólogos diésel.

Los modelos Ford S-Max de ocasión pueden ofrecer un ahorro significativo. Un S-Max de entre uno y tres años puede encontrarse por entre 25.000 y 40.000 euros, dependiendo del acabado, el kilometraje y el estado. Los modelos más antiguos de la generación anterior (anteriores a 2015) pueden ser incluso más asequibles, con precios que oscilan entre los 10.000 y los 20.000 euros. Es importante tener en cuenta que los precios pueden fluctuar en función de la demanda del mercado, la ubicación y las estrategias de precios de cada concesionario.

El precio de un Ford S-Max nuevo en 2024 comienza en aproximadamente 35.000 euros para el acabado básico Trend con motor diésel EcoBlue de 2,0 litros. Sin embargo, el coste final puede variar significativamente en función de varios factores:

• Nivel de acabado: Pasar de Trend a Titanium, ST-Line o Vignale puede añadir entre 3.000 y 13.000 euros al precio base.
• Opciones de motor: La cadena cinemática híbrida, que combina un motor de gasolina de 2,5 litros con un motor eléctrico, suele ser más cara que las variantes diésel, añadiendo entre 2.000 y 3.000 euros al precio.
• Transmisión: La mayoría de los modelos S-Max vienen con transmisión automática de serie, pero optar por la más avanzada de 8 velocidades en algunas variantes diésel puede incrementar el precio en unos 1.500 €.
• Sistema de tracción: Elegir el sistema de tracción total inteligente, disponible en algunos modelos, puede añadir entre 2.000 y 3.000 euros al precio.
• Características adicionales: Las opciones de pintura premium pueden añadir entre 750 y 1.200 euros, mientras que unas llantas de aleación más grandes pueden costar entre 500 y 1.000 euros más.
• Paquetes tecnológicos: Elementos como el control de crucero adaptativo, un sistema de sonido Sony de alta calidad o paquetes avanzados de asistencia al conductor pueden añadir entre 1.000 y 2.000 euros al precio.

El Ford S-Max Vignale de gama alta, con sus lujosas comodidades y acabados premium, empieza en unos 48.000 euros y puede llegar hasta los 55.000 euros con todas las opciones incluidas. La motorización híbrida, disponible en todos los niveles de acabado, suele suponer un sobreprecio de entre 2.000 y 3.000 euros respecto a los modelos diésel equivalentes. Ten en cuenta que los precios pueden variar de un país europeo a otro debido a los impuestos locales, las tasas de importación y las condiciones del mercado.

El precio de un Ford S-Max de segunda mano puede variar mucho en función de varios factores, como la antigüedad, el kilometraje, el nivel de acabado y el estado general. Aquí tienes un desglose general de los precios aproximados en función de la antigüedad y la generación del vehículo:

• Modelos 2021-2024 (renovación de la generación actual): de 28.000 a 45.000 euros
• Modelos 2015-2020 (generación actual pre-facelift): de 15.000 a 30.000 euros
• Modelos 2006-2014 (primera generación): De 5.000 a 15.000 euros

El precio de un Ford S-Max de ocasión está influenciado por varios factores clave:

• Kilometraje: Los ejemplares con menos kilometraje suelen tener precios más altos.
• Nivel de acabado: Los modelos con mayores especificaciones, como Titanium, ST-Line o Vignale, conservan mejor su valor que los modelos básicos.
• Motor y transmisión: Los motores más potentes y las transmisiones automáticas suelen alcanzar precios más altos. La cadena cinemática híbrida, introducida en los últimos años, puede suponer un sobreprecio.
• Extras opcionales: Características como techos panorámicos, interiores de cuero, sistemas de navegación o paquetes avanzados de asistencia al conductor pueden aumentar el valor.
• Historial de revisiones: Los vehículos en buen estado y con un historial de revisiones completo suelen ser más caros.
• Número de propietarios anteriores: Un menor número de propietarios suele corresponderse con precios más altos.
• Tipo de combustible: Los modelos diésel han sido tradicionalmente populares, pero las nuevas variantes híbridas pueden mantener bien su valor debido a la creciente demanda de vehículos de bajo consumo.

Vale la pena señalar que el Ford S-Max ha sido una opción popular tanto para familias como para usuarios de negocios, lo que puede afectar a su valor de reventa. Los modelos con siete plazas y niveles de acabado más altos tienden a ser más demandados.

En el caso de los modelos usados más recientes (2021-2024), se espera pagar entre 28.000 y 35.000 euros por un modelo Titanium bien equipado, mientras que un Vignale de altas prestaciones podría alcanzar entre 35.000 y 45.000 euros, dependiendo del kilometraje y el estado.

Los modelos de los primeros años de la actual generación (2015-2018) ofrecen una buena relación calidad-precio, con precios que oscilan entre los 15.000 y los 25.000 euros para ejemplares en buen estado y con un kilometraje razonable.

Los modelos S-Max de la primera generación (2006-2014) pueden encontrarse por precios muy asequibles, que suelen oscilar entre los 5.000 y los 12.000 euros, dependiendo del estado y las especificaciones. Pueden ser una excelente opción para compradores con un presupuesto ajustado, pero es importante tener en cuenta los posibles costes de mantenimiento de los vehículos más antiguos.

Recuerde que estos precios son aproximados y pueden variar en función de las condiciones del mercado local, las circunstancias de cada vendedor y las diferencias regionales en Europa. Inspeccione siempre a fondo un vehículo usado y considere la posibilidad de realizar una inspección profesional antes de efectuar la compra.